La historia de Torrents: todo empezó con una familia y una ilusión

Corría la Navidad del año 1978. El matrimonio compuesto por Vicente e Isabel decidieron dar un giro a sus vidas. Dejaron atrás lo conocido y se lanzaron a emprender su propio negocio. Con dos hijas pequeñas, de 3 años y medio, y otra de apenas un año, se fueron a Vélez Rubio (Almería), buscando un futuro que todavía no sabían cómo sería.

Al principio hicieron de todo, desde pintar publicidad para el Mundial del 82, colaboraciones con Lavanda Puig, hasta pequeños encargos… y, casi por casualidad, llegó la primera gran oportunidad: un taller de confección en Granada. En apenas media hora tomaron la decisión: “Nos vamos a Granada”. Y así comenzó esta historia.

La madre, Isabel Girona, experta en costura y organización; el padre, Vicente, matricero, dominando los planos y la técnica. Entre los dos montaron un pequeño taller que fue creciendo gracias al trabajo bien hecho, al respeto por los clientes y proveedores, y a una ética que enseñaron a sus hijas desde bien pequeñas.

Las dos hijas crecieron entre retales, subidas a las pilas de ropa mientras las máquinas de coser no paraban. Y sin darse cuenta, fueron aprendiendo que un negocio familiar es mucho más que un trabajo: es también un proyecto de vida.

Hoy, más de 40 años después, Isabel y Eva, Eva e Isabel tienen el orgullo de seguir al frente de lo que sus padres comenzaron. Con la misma pasión, con los mismos valores, y dedicación.

Torrents no es sólo una empresa. Es la historia de una familia que decidió construir y continúan ‘tejiendo’ su propio camino.

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